-

ASALTO A

LA
ILUSIÓN .


sábado, 18 de febrero de 2012

Ota

Era ya la tarde, perduraba el olor a lluvia seca y el aire se volvía cada vez más espeso, cada vez más apretado.
Era ya la tarde, y estabas ahí, y el rocío amargo comenzó a invadir tus mejillas.
Fue esa tarde cuando me prometí tenerte en mis deseos, encarnarte en mi memoria, curarte el alma en cada sueño, en todos los suspiros.
Y fue esa mirada perdida, como la de un niño encerrado en un traje de guerrero del que no puede salir, la que me hace prometerme tenerte en mis deseos, encarnarte en mi memoria, curarte el alma en cada sueño, en todos los suspiros.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Plegaria de un niño triste

Tal como la plegaria de un niño triste a su ángel, sin saber que es suyo, tal como mis manos rodeando las tuyas, sin que las sientas mías.
Casi tan breve como ese último suspiro, ese que nos inundó la ciudad, así de breve como tu última risa, perdida, disfrazada de eternidad.
Todo tan negro como azabache, toda esa noche, todo ese túnel, que nos invadió la ciudad.
Nada tan calmo como tu ser, nunca tan calmo como tu estar, ni tan eterno como tu presencia.

Extraña es la plegaria del niño triste a su ángel, sin saber que es suyo, sintiendo tus manos rodeando las suyas, sin saber que lo son.
Infinita, triste, desesperada es la plegaria de un niño triste