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ASALTO A

LA
ILUSIÓN .


martes, 22 de julio de 2014

ne pas passer du temps

Estuve buscando algo que me encuentre en esta escasez, que me empuje, se aflija, me abrume, y me amortigüe..
Acaso no es costumbre acongojarse un poquito en las madrugadas de invierno, cuando ya no hay un lugar a donde ir?
Refugiarme en el tararear de una canción,es encontrar un lugar en donde el mundo deja de ser ese habitual mapamundi y pasa a ser algún satélite fosforescente, con árboles de colores que envuelven recuerdos regados por cometas rojas, púrpuras y amarillas.

 Existe el momento preciso, en que se firme y reafirme lo que nos pasa? 
Mientras tanto el viento me acaricia por la espalda en un soplido que dura medio instante, y no me doy cuenta..

El tiempo
  es digno
  de varias 
tazas de café.

Si, estuve buscando algo que me encarne a esta abundancia, que me colme de sorpresas tibias y chiquitas, para guardarlas todas y empacharme en la ternura de lo cotidiano.

Discutir/cómo/pasan los años
es una moda
que no quiero practicar.

Las horas se columpian en la plaza del azar.
¿En que lugar/momento/espacio se resbalan?
Se deslizan, se escurren, se pasean, corretean..
Y me encuentran tomando esa taza de café, llenándome de la ternura de lo cotidiano.



lunes, 12 de mayo de 2014

¿Qué hay ahí?

Ahí hay una canasta llena de papelitos, cada uno un color, una incertidumbre distinta, irrepetible.

Son muchos papelitos todos juntos apretados. Inundados en una canasta llena de dudas y martirios buscados y rebuscados, tontos. Martirios Botarates.

Muchos martirios nadando en la canasta encharcada en papelitos todos de colores llenos de incertidumbres. Todas torpes, todas mías, acérrimas, insoportables. 

miércoles, 7 de mayo de 2014

Viatge..


Voy a escarbar los rincones de tu mente hasta encontrar el paraje que me trajo hasta acá.
Voy a percibir cada sonido mientras hilvano con mis manos tu pelo, en mi oído. 
Voy a cubrir y redescubrir tus palabras, a prender y desprender los momentos como esbozando una especie de acertijo indescifrable que nos lleve a algún rincón. 
A alguna noche.
                 una luna
                               (un rincón).

Qué me importa la rutina, la humedad, un cigarrillo tras otro.
No me pertenece el reloj ¿Quién estableció un lapso de tiempo tangible entre el insomnio y el alba?
Si en algún espacio intermitente, las miradas se encuentran y se descubren, juegan al destino y que más les vale.
Se acumulan, se amontonan y penetran, indelebles.
Se escudriñan, y gambetean.






miércoles, 11 de septiembre de 2013

Musica de l'ànima

Me gusta armar
pertrechar
equipar
tomar
y proteger las palabras, crear belleza con ellas, raro, real, intangible, que llegue al alma.
Me sumerjo en el cálido sonido de tu boca buscando esa palabra, justa, precisa y definida, que retumbe en mi oído y requiebre cada uno
de mis sentidos.
Me vuelo de todos y cada uno de los ruidos de esta ciudad, y llego a encontrarte así de cerca a vos con tus palabras en mi oído.
Y es así que tengo ganas de tu risa, de esa que esparciste en todos los rincones de la ciudad, esa que tímida, cándida, invade los lugarcitos de Guemes haciéndolos todavía mas poesía.
Me gusta escuchar
percibir
conocer.
Me gusta pensar que en esta vorágine que es la vida podemos detenernos de a ratitos a vivir momentos que nos hagan apreciar que la rutina no suele ser tan abrumadora.
Dejar de ser tan minúsculo, sentirse parte de ese magnate instante que es la vida. La mía, la tuya. Esta vorágine.
Me gusta armar
pertrechar
equipar
tomar
y proteger las historias, esas con gusto a mate y Malboro.
Volándonos de todos y cada uno de los ruidos de esta ciudad, los caminos se cruzan y las historias se chocan, se entrelazan y dibujan otros tantos cuentos.
Los instantes se cruzan y la vorágine se torna apacible.
Y es así...
Me gusta observar
tener
y atesorar tus momentos, crear belleza con ellos, raro, real, intangible, que llegue al alma.


domingo, 12 de mayo de 2013

ցավ

Prendió un cigarrillo.
Quería llorar y ni siquiera encontraba un buen motivo.
Prendió otro cigarrillo.
Cuando la rutina la abandonó pensó en detenerse a pensar que estaba ocurriendo.
Prendió otro cigarrillo.
Alguien le acarició la frente y suspiró, de repente se vio sentada un rato, un ratito en su regazo, y sonrió.
Quería reír y ni siquiera encontraba un buen motivo.
Se acarició la frente, y suspiró...

miércoles, 27 de marzo de 2013

María.

Siempre que lo recuerda la inunda un olorcito a café con canela, se escucha una del Nano y cuando se da cuenta esta silbando una de Baglietto. Siempre que lo recuerda pasa...
A veces la veo sentada en el jardín, mirando el jazmín del aire que perfuma todo el patio y te despierta los domingos si dejas abierta la ventana, me detengo y admiro su firmeza  pienso que sus ojos cargan con tanto desamor, luchas, historias de vino tinto, hombres, soledades y desencuentros...
Amores, nostalgias...
Destiempos, batallas...
Poemas, boleros...
No creo que alguien pueda vivir algo tan hermoso como es conocer a María.
Es que mirá, es de esas minas complicadas, tiene la fuerza de un trueno y la paciencia de un sabio.
María es una mujer habitada, en ella habitan tantos mundos, y ella habita en tantos otros. Es que ella vivió todo, o casi todo que es lo mismo (siempre me lo dice)...
Sin embargo es solitaria, supongo que se canso de habitar tantos mundos hermosos, injustos y efímeros, al fin y al cabo todos somos instantes, y nuestra vida es una sucesión de muchos mundos que caminamos y entrañamos y de eso se trata... no?
No existe alguien como María.
Nunca nadie cantó la justa dejándote las pestañas así de abiertas como cuando ella se enoja. Y mirá que hay que escucharla enojada. De un plumazo te baja una linea y vos pensás: Esta mina me debe querer un poco para dedicarme un tiempo.
Y si, nadie ama como Ella, pero somos muy pocos a los que amó. Nadie tiene el poder de hechar raíces al amar como lo hace ella.
Tengo que confesar que a veces no la tolero, es que siempre tiene razón, y por más que no la tenga de algún modo siempre la tiene.
Hay que saber amar a María, yo lo hago siempre, aunque no se de cuenta. Y digo que no se da cuenta porque ella es tan luminosa que no puede percibir una luz más grande que la que te entrega en cada gesto, en cada charla.
La morocha, la negra.... Tiene unos ojos inmensos y llenos de sentir, un sentir que no te muestra si no es con la mirada.
Tiene esa sensualidad constante, la transpira... no conocí ningún hombre que no la admire. Y es que la negra es interesante.
 Se prende un pucho y es la mujer mas linda que piso esta tierra.
 Riega las plantas y es la mujer mas linda que piso esta tierra.
Camina en el mar y es la mujer mas linda que piso esta tierra.
Y cuando te ama... Cuando experimentas que María te ama, es la sensación mas bella que vivís en la tierra.
Una vez un poeta, que tuvo el placer de conocer a María como pocos lo hicieron, me contó de nosotras, las mujeres, y de lo preciosas que somos, pero en un momento se calló, dio una seca eterna a su Parissien y me dijo: "Pero mujeres como María... No las encontrás seguido. Ella es como Messi, le tiras un pase y te la devuelve redondita. Y a esas minas hay que cuidarlas, las tenes que encerrar en una cajita y no dejar que se escapen de tu vida, porque la hacen prodigiosa, fascinante".
Nadie disfrutó más de el placer de leer un libro y mirar el atardecer como ella, nadie vive tan intensamente cada momento, y nadie recuerda como ella lo hace.
Sus ojos inmensos guardan cada recuerdo intacto, su piel lleva con ella cada perfume, y sus ojos tan inmensos (que inmensos y eternos)... No hay quien cargue luceros tan nobles como los de la Negra.
Y yo la sigo mirando, sentada en el jardín y pienso que es una princesa.
Es una princesa, si, porque tiene la capacidad de desarmarte con una frase, es una princesa que dice todo diciendo poco, todo el tiempo lo hace.
Una vez le dijo al poeta: "Anoche soñé con vos". Una declaración de amor solapada, insidiosa, sutil solo puede salir de su boca. Una frase de princesa, que solo las princesas se atreven a pronunciar.

Y me pasa que siempre que la recuerdo me inunda un olorcito a café con canela, me escucho una del Nano y cuando me doy cuenta estoy silbando una de Baglietto. Siempre que la recuerdo me pasa...