-

ASALTO A

LA
ILUSIÓN .


viernes, 31 de agosto de 2012

Algarabía

Estaba así, como en un interín de realidades aterciopeladas, cuando sentí ese aliento a peperina recorriendo mis oídos.
Cuando en la cocina la sombra de tu olvido preparaba la cena, decidí cantarle a tu audacia, en mi oído, con tu aliento desbordándome.
Aquellos pequeños duendecitos de otoño golpeaban la puerta intentando salir.
Y tu olvido preocupado por la cena, y tu aliento a peperina contaminando mis oídos.
En estos días no encuentro nada, no sé muy bien que hago en tantos lados, y sigo oliéndote (malditos y adorables duendecitos de otoño que siguen golpeándome si ya ni quieren salir) y tiendo a conversar con tu dulce, fresco, exquisito y embriagador aliento a peperina, y empiezo a molestarme, voy decorándote, te recorro mientras tu olvido sigue lidiando con la cena y los duendecitos golpean y me golpean.
Y es que en estos días no encuentro nada, ya ni se bien que es lo que hago en tantos lados...