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ASALTO A

LA
ILUSIÓN .


miércoles, 27 de marzo de 2013

María.

Siempre que lo recuerda la inunda un olorcito a café con canela, se escucha una del Nano y cuando se da cuenta esta silbando una de Baglietto. Siempre que lo recuerda pasa...
A veces la veo sentada en el jardín, mirando el jazmín del aire que perfuma todo el patio y te despierta los domingos si dejas abierta la ventana, me detengo y admiro su firmeza  pienso que sus ojos cargan con tanto desamor, luchas, historias de vino tinto, hombres, soledades y desencuentros...
Amores, nostalgias...
Destiempos, batallas...
Poemas, boleros...
No creo que alguien pueda vivir algo tan hermoso como es conocer a María.
Es que mirá, es de esas minas complicadas, tiene la fuerza de un trueno y la paciencia de un sabio.
María es una mujer habitada, en ella habitan tantos mundos, y ella habita en tantos otros. Es que ella vivió todo, o casi todo que es lo mismo (siempre me lo dice)...
Sin embargo es solitaria, supongo que se canso de habitar tantos mundos hermosos, injustos y efímeros, al fin y al cabo todos somos instantes, y nuestra vida es una sucesión de muchos mundos que caminamos y entrañamos y de eso se trata... no?
No existe alguien como María.
Nunca nadie cantó la justa dejándote las pestañas así de abiertas como cuando ella se enoja. Y mirá que hay que escucharla enojada. De un plumazo te baja una linea y vos pensás: Esta mina me debe querer un poco para dedicarme un tiempo.
Y si, nadie ama como Ella, pero somos muy pocos a los que amó. Nadie tiene el poder de hechar raíces al amar como lo hace ella.
Tengo que confesar que a veces no la tolero, es que siempre tiene razón, y por más que no la tenga de algún modo siempre la tiene.
Hay que saber amar a María, yo lo hago siempre, aunque no se de cuenta. Y digo que no se da cuenta porque ella es tan luminosa que no puede percibir una luz más grande que la que te entrega en cada gesto, en cada charla.
La morocha, la negra.... Tiene unos ojos inmensos y llenos de sentir, un sentir que no te muestra si no es con la mirada.
Tiene esa sensualidad constante, la transpira... no conocí ningún hombre que no la admire. Y es que la negra es interesante.
 Se prende un pucho y es la mujer mas linda que piso esta tierra.
 Riega las plantas y es la mujer mas linda que piso esta tierra.
Camina en el mar y es la mujer mas linda que piso esta tierra.
Y cuando te ama... Cuando experimentas que María te ama, es la sensación mas bella que vivís en la tierra.
Una vez un poeta, que tuvo el placer de conocer a María como pocos lo hicieron, me contó de nosotras, las mujeres, y de lo preciosas que somos, pero en un momento se calló, dio una seca eterna a su Parissien y me dijo: "Pero mujeres como María... No las encontrás seguido. Ella es como Messi, le tiras un pase y te la devuelve redondita. Y a esas minas hay que cuidarlas, las tenes que encerrar en una cajita y no dejar que se escapen de tu vida, porque la hacen prodigiosa, fascinante".
Nadie disfrutó más de el placer de leer un libro y mirar el atardecer como ella, nadie vive tan intensamente cada momento, y nadie recuerda como ella lo hace.
Sus ojos inmensos guardan cada recuerdo intacto, su piel lleva con ella cada perfume, y sus ojos tan inmensos (que inmensos y eternos)... No hay quien cargue luceros tan nobles como los de la Negra.
Y yo la sigo mirando, sentada en el jardín y pienso que es una princesa.
Es una princesa, si, porque tiene la capacidad de desarmarte con una frase, es una princesa que dice todo diciendo poco, todo el tiempo lo hace.
Una vez le dijo al poeta: "Anoche soñé con vos". Una declaración de amor solapada, insidiosa, sutil solo puede salir de su boca. Una frase de princesa, que solo las princesas se atreven a pronunciar.

Y me pasa que siempre que la recuerdo me inunda un olorcito a café con canela, me escucho una del Nano y cuando me doy cuenta estoy silbando una de Baglietto. Siempre que la recuerdo me pasa...


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