Hoy me duele apenas, casi como un recuerdo.
Cada día elijo la verdad con la que pretendo vivir, y ya no la disfrazo más, detrás de tanto disfraz la piel es codiciada.
Y ya no intento evitarlo, ¿ cuántas miles de veces intenté correr ?, con todas mis fuerzas, correr muy lejos, y no me sale, me canso, muy rápido, y vuelvo, siempre vuelvo.
Preferí entonces caminar, a mi ritmo, tranquila, sin apuros, sin rodeos. Así puedo ver lo que me rodea, apreciar el paisaje que antes ni siquiera percibia, preocupada por correr.
Y si, tengo que seguir, lo voy a hacer a tientas, agachándome a cada instante para tocar el suelo, y conocerlo.
Y escucho una melodía, y suspiro de felicidad, abandonándome.
Mi hoy es una confusión, un atraer hacia mi todas las sensaciones por un instante, embotadas o confundidas.